Porque soy bastante escéptico, en cuanto a derrotar la narrativa que la izquierda radical ha impuesto en nuestro país desde podriamos decir tiempos lejanos. La narrativa radical de la izquierda que impone el relato. Domina toda la esfera social y el entramado institucional. Pero como son muy astutos, hacen creer a la población, que quien impone el relato, es un conglomerado difuso de poderes económicos y sociales en la sombra que son herederos del franquismo. Pero omiten y silencian que la Izquierda Radical, desde los tiempos de la Transición, con sus instrumentos de poder, como son los sindicatos, las asociaciones y las Ongs, se ha infiltrado en todos los estamentos e Instituciones de la sociedad. Llegando a controlar sino de forma directa si indirectamente la esfera social e institucional. Esto lo omiten y lo silencian por puro interés y conveniencia. No les interesa que el común de la sociedad, sepan que están infiltrados y controlan la sociedad, al modo de organizaciones secretas o servicios secretos del Estado. Controlan el relato de la sociedad, como buenos conspiradores de salón, que es lo que son. En este mi escrito no voy a relatar ficciones, que podrían ser muy verdaderas. Voy a relatar hechos reales, que tienen para mi trascendencia personal. Llevo muchos años reivindicando que he sido objeto y soy objeto de una campaña colosal de Abuso, Acoso y Maltrato Psicológico, como creo que no se ha dado en España, desde hace mucho tiempo. Porque ese maltrato ha sido enfocado sostenido en el tiempo sobre mi persona. Ya he comentado, en algún anterior post que ese maltrato es muy difícil de demostrar, por eso se puede sostener en el tiempo con total impunidad. Sin que los agresores y abusadores sean sancionados severamente por sus repugnantes acciones. Los dos hechos que voy a comentar, ya lejanos en el tiempo. Vienen a confirmar que el relato es importante en una sociedad fragmentada y mediatizada. Los principios de mi acoso fueron en las Piscinas Municipales, allí en los vestuarios un individuo repugnante, en las duchas y siempre cuando se afeitaba. En aquel entonces se podía uno afeitar en los vestuarios. Práctica que yo nunca realice, solo entraba para ducharme, cada vez que me veía, comenzaba la ceremonia del maltrato, los que entraban se quedaban perplejos, no sabían qué ocurría. Es entonces cuando pensé, malo esto se correra como la pólvora, efectivamente en poco tiempo, diría que en pocos días se corrió como la pólvora por toda la ciudad. Gente que no conocía absolutamente de nada inciaba la ceremonia del Acoso, Abuso y Maltrato Psicológico siguiendo el manual de la Impunidad más abyecta. Pasado el tiempo muchos años despues, cuando me sentí con la suficiente fuerza psicológica interior. Pues los años de Maltrato Psicológico me habían devastado y traumatizado, personalmente. Me atreví a denunciar este mismo Maltrato Psicológico ante las autoridades Municipales, Que al ver que mediante carta certificado al Ayuntamiento de la Ciudad, denunciaba Maltrato Psicológico. Me enviaron a uno de los Intendentes de la Policía Municipal, para explicarles mi caso. Entre pero me hicieron esperar unos minutos, en esos minutos un Policía Municipal uniformado y de servicio, se dedicó a la ceremonia del Maltrato, Abuso y Acoso Psicológico. Cuando entré a entrevistarme con el intendente, en este caso una mujer, que junto con un subordinado me interrogaron. Les expliqué que mientras estaba esperando un policía municipal de servicio, me acoso. A lo que el Intendente me respondió que eso era imposible y me insto a que delatara al agresor. Por deformación profesional no lo hice, no he querido nunca que se piense de mi que soy un chivato o delator. Uno siempre tiene que tener respeto por el compañero, si pierdes el respeto por el compañero, es como si te perdieras el respeto a ti mismo. Hoy pienso que me equivoque, que respeto puedo tener por un compañero, que pisotea mi dignidad personal. La Intendente me dijo que eso era imposible, que sus subordinados eran personas muy respetuosas y que personalmente para ella era muy difícil de creer mis palabras. Es decir sugeria, que o estaba mintiendo o tenía algún tipo de alucinación o problema psicologico. Esto por una parte, la segunda podríamos llamarla de algún modo, es que me entere que el individuo de las piscinas del que he hablado anteriormente, era un policía municipal de la ciudad. Policía municipal que por lo visto, ha sido promovido internamente. Leyendo la prensa local, me enteré que ese mismo policía es el encargado de dar charlas y conferencias en los colegios a los niños, para educación vial y ciudadana. Promovido un acosador, es increíble pero en esta sociedad se dan estas circunstancias tan aberrantes. Claro está que es su palabra contra la mía. A este individuo lo presentan como un probo ciudadano sin mancha, con las mejores virtudes y acreditaciones personales y sociales. Sin embargo en mi persona, llevó asignadas los peores avisos y recomendaciones personales, como que soy un freaky, que miento, un perturbado o que sufro una enfermedad psicológica grave. Nada de creer en mi relato y mis circunstancias personales. Pues todo el aparato de poder, está en mi contra. Con todo este escrito quiero dar a entender. Que el poder político que actualmente gobierna en España domina el relato. Que ese relato, es que los que se oponen a la actual situación política son unos fachas, fascistas y peligrosos seguidores de un fascismo trasnochado. El aparato de poder político y social incluido medios de comunicación les habilita para ello. Es por eso que elección tras elección y relato tras relato. El poder ahora gobernante, sigue ostentando la tiranía del relato. Porque los ciudadanos, no quieren verse expuestos a que se los someta a la duda social o al acoso y maltrato encubierto, porque caen en un pozo del que es muy difícil salir y mucho menos demostrar. Acabo todo este escrito lo expongo a modo, como los escritores de la extinta Union Sovietica, publicaban sus relatos, sobre la represion personal que sufren, como por ejemplo Alexander Solzhenitsym, para que quede constancia. Bien es verdad que en las democracias sucede de diferente forma y que quizas no se sufra las penurias y calvarios que sufrieron en la Union Sovietica. Pero los traumas todo lo que supone y conlleva un formidable trauma psicologio, si que existe y se da en las democracias. Ricardo Pérez Roda. Villarreal (Castellón).
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