En estos días de confinamiento general, uno acaba
reflexionando sobre las libertades individuales. Las libertades son unos
derechos adquiridos por el ser humano, que según nos dicen nuestras autoridades
políticas son inherentes a la persona y a los ciudadanos. Una persona tiene
derecho a disfrutar de su libertad, siempre que no obstruya o infrinja las
normas, legales o éticas de la comunidad.
Pero vivimos en sociedades en los que la libertad, se ha ido entendiendo
de forma arbitraria. Todo ello promovido por los poderes políticos, que han
entendido que la libertad, no se debe de ejercer, se debe de administrar. Una
cosa es ejercer tu derecho a la libertad, otra cosa muy distinta es que el
poder político entienda que eso no le conviene a la persona ni a la sociedad.
Lo ideal para la persona y el conjunto de la sociedad es que los poderes
públicos administren tu libertad. Les da igual que pienses que la administran
de forma arbitraria y parcial, esa circunstancia a ellos no les compete, no les
interesa. Si tú piensas con libertad eres un enemigo de la comunidad e incluso
del hombre. Porque muchas veces ese concepto de libertad, se encuentra en
oposición manifiesta, a la libertad administrada por el poder. Pondré un
ejemplo si tú eres un hombre al que tu mujer ha denunciado innumerables veces
los fines de semana por quererle pegar una paliza sin ser cierto. Una paliza
inventada por ella para perjudicarte. Personándose la policía para detenerte,
para que pases el fin de semana en los calabozos. Estarás en tu perfecto
derecho de sentirte agraviado, de pensar libremente, que esto no es una ley, es
la imposición de la dictadura de lo peor. Pues bien al poder le llegara, tu
estado de insatisfacción personal, por una medida feudal, de tiempos ya
superados. Entonces el mismo poder crear los medios, para que tú seas
considerado una persona, al margen de la sociedad. Persona que no acepta, ni
acata las leyes sociales de buen grado. Una persona conflictiva y peligros.
Como llega el poder a crear estas situaciones de discriminación. Es muy
sencillo infiltrándose en las conciencias de los ciudadanos. Defender en
sociedad al señor que libremente piensa que es una injusticia estar arrestado
los fines de semana por denuncias falsas, será visto si lo apruebas como
deshonroso. Como puedes apoyar el pensamiento de una persona que piensa al
margen del pensamiento socialmente impuesto. Serás considerado un delincuente
al orden establecido. Todo este tipo de circunstancias se puede extender, a
toda clase de iniciativas sociales. Solo es preciso crear o inventar para
reivindicar unos derechos sociales, que no necesitas pero que te imponen.
No vives en una sociedad libre, vives en una sociedad
hipervigilada, se vigilan unos a otros para ver si se cumplen las normas. Estos
días está ocurriendo por todas las ciudades de España, el ciudadano que sale a
la ventana, para afearte la conducta de estar hablando guardando las distancias
exigidas, con otra persona. Ya no necesitamos a la policía, los ciudadanos se
convierten en policías, automáticamente. Desde sus ventanas o garitos increpan
a quienes observan hablando más de diez minutos. Pero no ocurre solo estos días,
es un fenómeno que viene de lejos. Hoy en día todo buen ciudadano que se
precie, se infunde en su papel de policía, para descubrir a todo aquel que
piense por sí mismo. Que no acepte la libertad que el poder cree que es mejor
para los ciudadanos. Uno no puede pensar al margen del pensamiento del poder,
el espíritu de auto-sacrificio en beneficio de la comunidad, es el ideal que
impera.
Llevo muchos años, muchos más de los que debieran
soportando, padeciendo y denunciando un Acoso Psicológico, un Abuso Psicológico,
totalmente inaceptable sobre mí persona. Por eso estas palabras mías, sobre
como el poder entiende la libertad. Son ampliables al Acoso Psicológico. Los
acosadores piensan por ti, ellos imponen la forma de actuar, lo que debes
pensar, como te debes conducir en sociedad e incluso lo contento que te debes
de sentir por todo ello. Si tú ejerciendo tu derecho a la libertad, piensas que
es inaceptable ese orden de circunstancias que te imponen. Por ser medidas que
van más allá del feudalismo de la Edad Media. Automáticamente te conviertes por
mediación de tus acosadores, en una persona, conflictiva, que no atiendes a
razones, egoísta a la que le falta preparación. Decirte que te falta
preparación y llamarte inmaduro es casi lo mismo, por no decir lo mismo. Pero
lo realmente sospechoso, quizás más preocupante, es que lo trasladen a la
sociedad casi inmediatamente. De que les sirve tratarte de forma humillante y
despectiva, si queda entre las sucias mentes de tus acosadores. Lo que de
verdad surte efecto es trasladarlo a la sociedad casi de forma inmediata. Para
que seas visto, como un mal bicho, que perjudicas el buen orden social. Vivimos
tiempo muy complicados, en el que gentes sin escrúpulos aprovechan para imponer
todo tipo de medidas, que solo les beneficien en sus interese. Intentan imponer
una dictadura con el aplauso y la colaboración de la gran mayoría de
ciudadanos. En esto los poderes politicos, se diferencian muy poco de las peores sectas religiosas, que pueblan las religiones del planeta tierra.
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