Estados Unidos era y sigue siendo esclavos de los
británicos. El berrinche adolescente de los Padres fundadores conocido como
revolución estadounidense sigue siendo aún hoy motivo del oprobio para sus
descendientes. No hay nada que los estadounidenses amen más que a los ingleses.
En estados unidos existe una profunda sensación de culpa un, remordimiento
obsesivo por la rebelión.
Los estadounidenses no se rebelaron mi contra los elevados
impuestos ni para apropiarse de su propio destino, sino porque se sentían indignos
de ser súbditos británicos. Nunca desearon una ruptura total, siempre
imaginaron que conseguirían un reacercamiento a su figura paterna, monárquica o
amante.
Aún hoy están molestos con los franceses por su ayuda a la
hora de obtener la independencia. Por eso todo lo que viene de Francia se
recibe con el desdén en Estados Unidos, donde los franceses son tildados de
socialistas, snobs, gandul es, afectados, extraños, y desaseados.
En resumen, la clase media estadounidense sólo podía aceptar
esa basura delincuente de la clase baja si les llegaba reproducida y
reformulada por intérpretes británicos. Y aunque algunas mentes aviesas
descubrieron cuáles eran las raíces de la música, casi todo el mundo escuchaba
las versiones británicas, mucho más
sosas.
Del libro: “Estrategias sobrenaturales para montar un grupo
de rock”.
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