Un gran hombre.

 Con estas líneas quiero demostrar todo mi respeto y reconocimiento por la figura de Mijail Gorbachov, que nos ha dejado. Espero que allí donde este, tenga el reconocimiento y la acogida que se merece. Fue un hombre bueno, que nos hizo soñar a todos, en un nuevo mundo, diferente más acogedor y humano. Un hombre valiente, no es fácil enfrentarse a una maquina descomunal de poder como la antigua Unión Soviética. Tuvo carácter, fuerza e ímpetu, consiguió por sí solo, demostrar que se puede llegar muy lejos, con ideales y buenos sentimientos. Pero por desgracia la maldad humana nunca duerme, siempre está al acecho, para imponer su terrorífica lógica. Lo apartaron del poder con malas artes, con juego sucio, conspirando sin cesar. Se olvidaron de él, lo aparcaron como un juguete roto. Olvidaron todo lo bueno que realizo. Incluso los propios ciudadanos rusos, lo denigraban. Hoy esos mismos ciudadanos tienen lo que se merecen. Mijail Gorbachov ha sido una de las figuras políticas más esenciales de finales del siglo XX. En mi opinión la más relevante. Incluso han ignorado de forma descarada, que sin su colaboración y participación directa, Polonia no hubiera conseguido ser una democracia y miembro de la Unión Europea. Merito que le adjudicaron al papa Wojtyla. Una gran injusticia, porque sin la colaboración directa o indirecta de Gorbachov, Wojtyla, no hubiera conseguido todo lo que supuestamente le han adjudicado. También quiero recordar desde estas líneas, que sin su colaboración decisiva hubiera sido imposible la reunificación de Alemania. Uno de los hitos más importantes en su mandato político. Siempre con altura de miras y generosidad. Posiblemente con el actual mandatario actual de Rusia esa reunificación, no hubiera llegado a buen puerto.  Le concedieron el premio Nobel de la Paz, pero directamente le tendrían que haber concedido el Premio como uno de los políticos más decisivos de la Humanidad de finales del siglo XX y principios del XXI. Lástima que su legado se haya echado a perder por culpa de esa maldad que siempre anida en el interior de los seres humanos. Grande Mijail Gorbachov, grande entre los grandes