El 22 de Enero a la edad de 95 años murió Thich Nhat Hanh. Se nos ha ido uno de los grandes maestros de espiritualidad que quedaban en el mundo. Uno de los líderes espirituales más importantes de nuestro tiempo. Un maestro, que ayudo con sus enseñanzas y sus libros a ciudadanos de todo el mundo, a encontrar armonía y paz en sus vidas y en sus relaciones. Les enseño una espiritualidad asequible, sin grandes heroísmos y exigencias personales. Que tanto desgastan a las corrientes principales de las religiones establecidas. Les enseño, que una persona puede aspirar a ser espiritual, sin estar adscrita a ningún credo ni religión. Lego al mundo un mensaje de paz, amor y concordia. Como dijo en una de sus frases: “Nuestra propia vida, tiene que ser nuestro mensaje”. Su vida fue un mensaje, de que una vida mejor y más digna, es posible para todo ser humano. Fue propuesto para el premio Nobel de la paz, por Martin Luter King. Se tuvo que exiliar a Francia por su oposición a la guerra del Vietnam. Allí fundó en 1982, el centro de meditación budista Plum Village, cerca de Burdeos, en el suroeste de Francia. Se nos ha ido un gran ser humano, que estara con nosotros para siempre, debido a la gran calidad de sus enseñanzas y de su espiritualidad.