Violencia psicologica

   Tomar conciencia significa aceptar plenamente que somos víctimas de una situación de violencia psicológica. Que alguien nos está haciendo daño haciendo daño de una forma sistemática, porque nos está sometiendo a malos tratos,  a un trato degradante a un proceso de acoso y hostigamiento, a un lavado de cerebro, a un chantaje emocional o a cualquier otra forma de violencia psicológica. Tomar conciencia es imprescindible, es imprescindible para poder obtener o dar la ayuda necesaria. Mal se puede ayudar a quien no lo desea o quien no pone de su parte lo necesario para ayudarse   a sí mismo. Si no hay una conciencia clara de la situación de maltrato, la victima puede tener una etapa de claridad en que acepte la ayuda brindada y, a continuación, otra etapa de ofuscación en que deje de aceptar que necesita esa ayuda. Por tanto, es importante saber que quien tiene que tomar conciencia del maltrato no es el agresor, sino la víctima. Que no hay spot, ni campaña capaz de hacer que el verdugo acepte que lo es, porque lo es por algo, y ese algo, es para él, más importante que el sufrimiento de la víctima. El verdugo no cree serlo y si lo cree, cree que la culpa es de la víctima. De la víctima, del Gobierno, de las circunstancias, pero nunca suya. Si eres víctima de trato degradante, de acoso psicológico o de violencia, no esperes que tu verdugo cambie de parecer, se arrepienta, tome conciencia o deje ejercer espontáneamente de verdugo. Eres tu quien debe actuar, tomando conciencia de que eres una víctima, por muchas disculpas que intenten imponerte o intenten maquillar tus acosadores.

Del libro Violencia psicológica

Autor: Ana Martos.