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Blog de Ricardo Pérez Roda.

domingo, 12 de julio de 2009

Jackson

Podemos entender la vida como un ejercicio de aprendizaje, en el que vamos quemando etapas, en este caminar dejamos nuestras vivencias, unas son alegres otras dolorosas y tristes. Pero entender la vida como un ejercicio de aprendizaje pienso que es un valor muy positivo que todas las personas debiéramos incoporar a nuestras vidas. El aprendizaje es continuo y así debe de ser.
Estas palabras vienen escritas por la actualidad de la muerte del gran músico Michael Jackson, sin duda fue un gran músico, pero fue una persona profundamente desdichada e infeliz. No fue capaz de marcarle un rumbo a su vida, fue incapaz de sobreponerse a sus destructivas obsesiones interiores. Esto le ocasiono verdaderos problemas en su vida publica y personal, percibiéndose en él y en su vida una atmósfera saturada de una psicología atormentada.
Lo tuvo todo, fue un gran músico que rompió moldes, un cantante con una voz prodigiosa a la que sabia sacar el mayor de los rendimientos, pero fue profundamente infeliz, diría también que se negó a crecer como hombre, no quiso dar ese paso fundamental en la vida de todo ser humano.
Su música le sobrevivirá será siempre intemporal, pero causa tristeza ver como un gran músico, desperdicia su vida en un laberinto de sinrazones y obsesiones interiores que autodestruyen a la persona.
Fue un gran músico y un ser atormentado.

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