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Blog de Ricardo Pérez Roda.

lunes, 13 de abril de 2009

Elvis Presley

En la radio española sé esta emitiendo un programa sobre la música y figura de Elvis Presley, a mi modo de ver de una gran calidad radiofónica y musical. Me gusta escuchar el programa, es entretenido y agradable, el tiempo se te pasa volando escuchando la música, la biografía y las anécdotas que el locutor va intercalando en el programa, no se te hace pesado y te acerca a la figura personal y humana de ese gran cantante que fue Elvis.
Pero estas palabras desean resaltar el verdadero significado de la trayectoria personal de Elvis, que humaniza al personaje en su verdadera dimensión personal. Y es que por paradójico que parezca Elvis fue un gran perdedor, un colosal cantante, cuya música siempre será eterna, pero un entrañable perdedor, digno de toda nuestra comprensión. Una comprensión activa y eficaz, una comprensión a la que llamaría compasiva. Un perdedor en su vida personal, que se sintió desorientado y superado por las circunstancias, que reacciono quizás como cualquiera de nosotros en su lugar.
Por mucho que la critica lo juzgue, barajando las posibilidades que se extendían a su alcance, su personal forma de actuar, en su vida privada, nos dan a entender que era un chico sencillo, sin grandes aspiraciones intelectuales, con un gran talento y facultades musicales. Si reflexionas te das cuenta, de que además de su música, su trayectoria vital, da al personaje un agradable sabor a lo cercano, lo conocido, su desdicha personal te atrapa para intentar liberarlo imaginariamente de su infierno personal, para al final darte cuenta que por desgracia, esto es una cosa bastante común, entre las personas anónimas que pueblan nuestros pueblos y ciudades, cuanto sufrimiento escondido existe, lo único que lo diferencio es que Elvis fue famoso y ellos no.
Todo esto a mi modesto modo de ver dignifica la figura de Elvis Presley y de algún modo la engrandece, quedándonos para siempre su personal forma de entender y cantar la música.

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